Hará casi un año que lo hice y en casa nos gustó, lleva canela y somos muy aficionados a esta especia.
Está bien para acompañar en el desayuno, y claro está, en cualquier momento del día se puede saborear.
Hace 2 semanas lo volví a repetir, y volvió a tener éxito, así que aquí os dejo la receta, por si os animáis.
INGREDIENTES:
Para la masa:
850 g de harina de fuerza
5 g de levadura de panadería
375 ml de leche
100 g de azúcar
10 g de mantequilla
2 huevos
1 cucharadita de sal
Para el relleno:
50 g de mantequilla
150 g de azúcar
1 cucharada de canela
Para el glaseado:
200 g de azúcar glass
4-6 cucharadas de leche
6 gotas de zumo de limón o de naranja( en mi caso de limón)
ELABORACIÓN:
Empezaremos haciendo la masa, para ello, mezclamos en un bol, la harina con la levadura y reservamos.
Por otro lado, ponemos a calentar la leche con la mantequilla, el azúcar y la sal, hasta que veamos que se ha derretido bien la mantequilla.
Separamos del fuego, añadimos los huevos y mezclamos bien.
Añadimos este preparado a la mezcla de harina y levadura y amasamos muy bien, 10 minutos si lo hacemos a mano, y 5 minutos, si tenéis alguna maquina que os facilite el trabajo.
En mi caso, la amasé con las varillas de amasar de la batidora.
Os tiene que quedar una masa, que no se pegue en las manos,
que sea fácil de trabajar con ella. Si es necesario, le añadiremos un poco más de harina.
Dejamos que la masa fermente, hasta que doble su tamaño.
Cuando esto suceda, la volveremos a amasar un poco con las manos, para desgasificarla, y la volvemos a dejar que suba otra vez.
Estiramos la masa con un rodillo, dándole una forma alargada y estrecha.
Pintamos la masa, con la mantequilla derretida mezclada con el azúcar y la canela.
La enrollamos, y cortamos trozos de unos 2 cm de ancho.
Disponemos los trozos sobre un molde desmontable, le ponemos papel de horno en el fondo y pintamos las paredes con mantequilla. Dejamos los trozos un poquito separados unos de otros, porque cuando vuelva a fermentar, se nos unirán.
Yo lo hice en un molde rectangular, que solo tiene las paredes, y de base el papel de horno.
Metemos al horno a 200º durante 20-25 minutos, hasta que veamos que ha adquirido un color tostado.
Preparamos la glasa, y se la añadimos por encima del pastel, cuando esté todavía caliente.
Y nada, a prepararos un café con leche, bien calentito ,acompañado de un trocito del Cinnamon Rolls.
¡¡¡BUEN PROVECHO!!!
Idea sacada de http://www.elmonstruodelasgalletas.com/
